Crónica de la temporada del Cadete Masculino por Nico Moya
Tras el parón producido por el confinamiento que iniciamos en marzo de 2020 debido al COVID, comenzamos la pretemporada realizando entrenamientos físicos en la playa durante los meses de julio y agosto. Esta primera toma de contacto no solo sirvió para poner en forma a los jugadores, sino para empezar a crear un sentimiento de grupo. Decir que esta primera toma de contacto, contamos con los chicos de edad cadete e infantil.
El gran problema que hemos sufrido esta temporada ha sido las bajas que se producieron en el grupo, unas debido al miedo a los contagios y otras a la subida de categoría de algunos jugadores. Esto nos llevó a que del equipo de la temporada anterior solo continuaron tres. Por ello, se hizo necesaria esa toma de contacto veraniega para que los chicos se fueran conociendo.
A los entrenamientos físicos dirigidos por Juanjo Urbano, entrenador de los infantiles y director técnico de la sección masculina, por mi, Nico Moya, entrenador de cadetes y juniors, se suma el primer gran fichaje de la temporada, Jesús Silva, como entrenador, para hacer dupla conmigo en el equipo cadete.
En agosto, el club llega a un acuerdo con el C.P. Don Bosco, del Colegio Salesianos Cádiz, por el cual, éste cede las pista de baloncesto del colegio a nuestro club, el Club Baloncesto Ciudad de Cádiz. Por su parte, el Club Baloncesto Ciudad de Cádiz se encargaría de ofrecer amparo logístico y deportivo a los alumnos y alumnas del centro que deseaban jugar a baloncesto.
El primer punto de este acuerdo entre el Club Baloncesto Ciudad de Cádiz y el CP Don Bosco, fue la realización de unas jornadas de tecnificación en el centro, en horario de mañana, donde divididos por las categorías, se comienzó a trabajar de cara a la nueva temporada, sin saber si habría competición, pero con una gran ilusión por poder volver a las pistas y disfrutar de nuestro deporte.
En esta época, empezaron a llegar las nuevas incorporaciones, gracias a las captaciones realizadas en el paseo marítimo, lugar donde realizaron los entrenamientos físicos. Poco a poco íbamos formando el equipo y se comienzaba a trabajar conceptos técnicos individuales, ya que por las limitaciones impuestas por la pandemia, solo se podía realizar trabajo individual.
Entre septiembre y finales de febrero, se realizaron varios parones, debido a la imposibilidad de entrenar por culpa de las limitaciones de horarios impuestas para menores de 16 años, que nos obligaron a parar los entrenamientos durante la mayor parte del tiempo.
Con la noticia a finales de febrero de la proximidad de los inicios de las diferentes competiciones federadas, y con la aprobación de todas las familias de los diferentes jugadores del equipos, procedimos a inscribir al equipo cadete masculino en la competición, siendo este el único equipo del club en participar en ella está temporada.
Debido al poco tiempo que se disponía para preparar al equipo de cara al inicio de la liga, decidimos aplazar los dos primeros partidos de esta, ya que el primer partido era dos semanas después de la vuelta a los entrenamientos de los jugadores. Tanto el C.D. San Felipe Neri, como el C.B. Puerto Real, nuestros rivales en estas primeras jornadas, no nos pusieron ningun problema para aplazar estos encuentros.
Así, comenzamos un mes de mucho trabajo, ya que hasta ahora solo se habían realizado entrenamientos individuales y por parejas, pero nada de trabajo colectivo. Además, los parones por las restricciones a causa del COVID supuso un bajón en la forma física de los jugadores.
Esto fue un lastre para el grupo durante los primeros partidos, en los que acusamos la falta de experiencia de algunos jugadores, el bajo estado de forma y la falta de cohesión de grupo. Esto propició malos resultados, frente a equipos con una mayor cohesión, experiencia y forma física.
En cuanto los entrenamientos, dirigidos por Jesús y por mí, estuvieron enfocados tanto en el ataque colectivo, como en el balance defensivo, lo que hizo mejorar las sensaciones del grupo, tanto en el juego colectivo, como en las defensas de los contraataque, obligando a un mayor esfuerzo a nuestros rivales para doblegarnos.
Por otro lado, se trabajó al defensa de balón y la posición defensiva, intentando que todos los jugadores se involucraranen la defensa y se ayudaran entre ellos. También se insistió mucho en el ataque sin bote, facilitando interiorizar el movimiento sin balón, buscando que todos se movieran por el campo con criterio.
Cómo resumen de la liga, destacamos los dos partidos contra San Felipe Neri, en los que los jugadores se sintieron más cómodos, pudiendo plantar cara e incluso ganar varios cuartos, así como los segundos partidos frente a Puerto Real y San Fernando, en los que también se realizó una gran trabajo con momentos de buen juego. Estos fueron partidos, en los que sufrimos bajones defensivos, lo que unido al poco acierto desde la línea de tiros libres, ayudó a nuestros rivales coger ventaja.
Cómo valoración final, decir que se han puesto las bases para el cadete de la temporada que viene, ya que la mayoría de los jugadores son de primer año y continuarán formándose juntos la próxima temporada. Así, la compenetración que han alcanzado al final de esta temporada, les será muy valiosa para la temporada siguiente.
Agradecer a la labor realizada por mi compañero, Jesús Silva, que aun siendo su primer año como entrenador, ha aportado su experiencia como jugador y su visión del baloncesto, la cual se ha complementado con mi forma de ver y entender el baloncesto.
Por otro lado, a Rubén G. Y Jose Ángel G., los dos Juniors que han entrenado toda la temporada con el equipo, y a Jesús Aurelio R. y Daniel G., que se incorporaron más tarde, les agradezco su compromiso, ya que han ayudado y participado activamente en los entrenamientos, haciendo avanzar al grupo.
También quiero hacer una mención especial a los infantiles Germán S., Manuel C. y Daniel E., que además de participar en los entrenamientos, han jugado sin miedo a jugar en una categoría superior, además de tener una gran aportación, tanto en entrenamientos, como partidos.
Agradecezco el apoyo de los familiares, que por culpa del COVID no han podido ir a los partidos de local, pero que en cuanto han podido, han ido a los partidos de visitantes.
También doy las gracias a la directiva del club, que ha dado prioridad a que podamos entrenar en la pista cubierta en la que se disputaban los partidos, y también por el respaldo que nos ha ofrecido a ambos entrenadores.
Por último, gracias a Roberto U., Héctor B., Javier V., Juan S., Marco C., Mario R., Héctor D. y Rubén C., por su esfuerzo, entrega y compromiso, tanto en entrenamientos, como partidos.
Nico Moya, entrenador del cadete masculino del Club Baloncesto Ciudad de Cádiz.
Muy bien escrita las vivencias de una temporada tan atipica. Por otro lado daros las gracias a los entrenadores, sé que os habéis tenido que esforzar mucho para llevar esta temporada para delante y eso se agradece. Y a los jugadores que decirles, que son un ejemplo. Haberse enfrentados a partidos sin casi entrenar y no venirse abajo por los partidos perdidos. Pero hay se refleja el compañerismo y el buen rollo que hay entre jugadores y entrenadores. Gracias por todo y a por otra temporada.
Enhorabuena a los entrenadores por su compromiso con los chicos y por fomentar el buen ambiente entre ellos .Creandoles ilusion y ganas de superacion Felicidades a todos y a por un año mas